Eso pensaba yo ayer, cuando me disponía a imprimir una año más mis lápices del "buen rollo".
Por cambiar y alternar, este año pensé en hacer los lápices de nuevo en madera natural pero impresos con cinta dorada. En 2011 los lápices ya eran de color madera e iban impresos con cinta roja, para 2012 los lápices fueron negros e impresos con cinta plateada. Ayer pensaba para mis adentros: 2013 tiene que ser brillante, y si no podemos tener lujos en otras cosas, por lo menos en el lápiz vamos a tirar la casa por la ventana. ¡¡Oro a tutiplén!!
Pero sabéis lo que ha pasado; que no todo lo que es oro, reluce (mi adaptación del dicho). Y va y resulta que la impresión de dorado sobre madera casi ni se ve. Y cómo va a dar esto ánimos a nadie —he pensado—, si hay que fijarse dos veces en el texto para poder leerlo.
Mejor volvemos a lo que mejor sabemos hacer: la cosa sencilla, blanca y que deja que los soportes de impresión sean también protagonistas.
Pues eso, ya los tenéis disponibles en la tienda.
Y también el nuevo modelo para todo tiempo y ocasión: para cuando tu jefe le da la cuenta nueva a tu compañero, para cuando tu novio se va con otra, para cuando quedas finalista en un concurso aunque tu trabajo era mucho mejor que el del ganador. En fin... que a veces la vida es injusta y no por eso somos peores que el de al lado.
Yo sí que molo |